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Instagram acaba de presentar una nueva funcionalidad de compra sin necesidad de salir de la red social llamada Checkout. De momento, está disponible únicamente en Estados Unidos y para un determinado número de marcas destacadas en el sector de la moda como Adidas, Nike, Dior, H&M, Nike, NYX, Prada o Zara. Sin embargo, la idea es extenderla a nuevos sectores y mercados, por lo que desde Instagram se ha facilitado un enlace para las marcas que pudieran estar interesadas, cumplan una serie de requisitos y deseen sumarse a la fase beta de este proyecto.
Hazte esta pregunta antes de todo, ¿cómo puedo vender en Instagram?
A pesar de que muchos negocios se han hecho eco de la noticia y han visto en este anuncio una oportunidad para incentivar las ventas de sus productos abriendo nuevos mercados, hay que tener en cuenta que para poder vender en Instagram (además de que esta funcionalidad se encuentra en fase beta para Estados Unidos) hay que cumplir una serie de requisitos que no todas las marcas cumplen de antemano y que se resumen en los siguientes puntos:
- Aceptar la política comercial de Facebook que pone restricciones a la venta de productos como alcohol, animales, armas o relacionados con la salud.
- Tener un perfil de empresa en Instagram que a su vez esté conectado con una página de la empresa en Facebook y un catálogo comercial en esta red social. La creación de catálogo en Facebook puede realizarse de diferentes formas como, por ejemplo, mediante la integración de plataformas como Shopify o BigCommerce, así como adaptando la página de empresa a un template de shopping.
- La marca ha de vender objetos y bienes físicos, por lo que dependiendo del tipo de negocio muchas marcas podrían verse afectadas e incapacitadas para vender sus productos en la red social.
Una vez realizados estos pasos, se requiere la aprobación definitiva por parte de Instagram para poder comenzar a vender, esta aprobación puede resolverse en cuestión de días o más tiempo si ha de revisarse en profundidad cualquiera de los puntos mencionados anteriormente.
El problema de cómo medir rentabilidad en redes sociales
Desde la aparición de las redes sociales, uno de los grandes dilemas que han tenido las marcas a la hora de medir la rentabilidad de las estrategias de comunicación, publicidad y marketing en éstas, ha sido la incapacidad de determinar a ciencia cierta cuál era la contribución de las redes sociales en la generación de ingresos, la obtención de beneficios o el incremento de las ventas para las compañías.
A pesar de que ya en 2011 Avinash Kaunish planteó junto a su comunidad de lectores la creación de métricas personalizadas: tasas de conversión, tasas de aplauso y tasas de amplificación que tenían en cuenta las particularidades de cada red social con el objetivo de aportar soluciones para la medición de la efectividad y la rentabilidad de la estrategias de contenido realizadas por las marcas, ha sido común ver a lo largo de estos años cómo las marcas se centraban casi, en exclusiva, en analizar el volumen de seguidores de las páginas y su evolución en el tiempo.
Conseguir más seguidores era, y en muchos casos continúa siendo, uno de los grandes objetivos de las marcas (aunque se haya avanzado en este sentido), sin plantearse siquiera si el volumen cuantitativo de seguidores también es cualitativo y se adecúa al target objetivo o ha generado un engagement de valor lo suficientemente representativo con respecto a los contenidos publicados. Este es solo un ejemplo, aunque podrían mencionarse más conceptos de medición rebatibles utilizados por las marcas para determinar el éxito de una campaña o estrategia en redes sociales.
La incapacidad de poder analizar hasta ahora el número de ventas que las marcas generaban a través de redes sociales al carecer estas de procesos transaccionales completos, ha supuesto un evidente desgaste en muchas de ellas.
En España, Twitter o Snapchat nunca lograron posicionarse como redes sociales prioritarias para lograr el éxito o notoriedad a través de campañas de pago. Lo mismo ha ocurrido con LinkedIn Ads (a excepción de campañas muy bien segmentadas enfocadas a la generación de leads en áreas formativas o escuelas de negocios). Vine, directamente desapareció cuando contaba con una comunidad de usuarios joven y bastante activa en sus inicios.
Únicamente Facebook y ahora Instagram han conseguido situarse en una posición privilegiada para competir con Google Ads consiguiendo que un porcentaje muy alto de las partidas presupuestarias para la comunicación y promoción en canales de pago, se destinara a estas dos redes dentro del plan de medios de las compañías.
Ahora con Checkout, Instagram se fija nuevas metas, no busca competir con las otras redes sociales, sino que ya se centra en portales como Amazon, Ali Express, Zalando o Privalia, por citar algunos. Las actualizaciones que la red social ha hecho el último año con la inclusión de hasta 5 tags de productos en imágenes y vídeos (20 tags en multi-imagen), así lo demuestra.
Si hace unos años, observábamos como Google y Facebook conseguían retener a los usuarios al hacer clic en enlaces AMP (Accelerated Mobile Pages Project) e Instant Articles, ahora es Instagram la red que argumenta que con Checkout se simplifican los procesos de compra ya que no será necesario navegar ni logarte por múltiples páginas para comprar nuestros productos favoritos, todo se podrá realizar desde la propia app. Además, nos facilitan varios métodos de pago y prometen seguridad y privacidad con nuestros datos. Esto, indudablemente, acarreará beneficios a Instagram, a más tiempo de estancia del usuario en la red, mayores ingresos por publicidad.
Si finalmente la idea de Instagram se expande a todos los mercados o incluso se implanta en otras redes, el nuevo escenario se torna apasionante. Por un lado, los creadores de contenidos tendrán acceso a información sobre cómo sus publicaciones, creatividades o concursos repercuten en la generación de ingresos y en el incremento de las ventas para las marcas. Por otro lado, los departamentos de marketing y medios podrán justificar mejor sus inversiones. De igual forma, los analistas de datos podrán plantear nuevas criterios de medición y aportar KPI de más valor para los negocios.
¿Estamos ante el principio del fin de la pregunta: cuántas ventas hemos generado en redes sociales?
*Fuente de las imágenes: Instagram Blog y Freepik